En un clima de creciente tensión y con la mirada del mundo fijada en el Medio Oriente, el presidente estadounidense, Joe Biden, no ha ocultado su alarma por la posibilidad de bajas civiles en caso de que se materialice una intervención terrestre en Gaza. Al ser consultado sobre las consecuencias de un movimiento militar de tal envergadura, Biden resumió sus inquietudes con una palabra poderosa: "Fatalidades".
Este pronunciamiento tuvo lugar en el Puerto de Tioga, en Philadelphia, donde el mandatario ofreció un discurso centrado en asuntos económicos pero no pudo eludir las preguntas sobre la situación en Gaza. Su interacción con los asistentes dejó claro que el conflicto en Medio Oriente sigue siendo una de las principales preocupaciones de su administración.
No es la primera vez que Biden manifiesta su empatía por la situación de los ciudadanos palestinos. En más de una ocasión ha enfatizado que gran parte de la población en Gaza vive las difíciles consecuencias de las tensiones y acciones de grupos como Hamas en Israel. "Es esencial subrayar que la mayoría de los palestinos no tiene vínculos con Hamas y, no obstante, están sufriendo", señaló el mandatario.
Las declaraciones de Biden también reflejan la postura diplomática de su administración, que busca trabajar en conjunto con aliados en la región para mediar y encontrar una solución pacífica al conflicto, así como para abordar la urgente crisis humanitaria que ya afecta a Gaza.
Contexto ampliado: La situación en Gaza es crítica. Se ha emitido un aviso a cerca de 1.1 millones de sus residentes para que desalojen, especialmente en áreas norteñas, debido a la posibilidad de acciones militares inminentes. La densidad poblacional de Gaza, que alberga a más de 2 millones de habitantes en un espacio sumamente limitado, complica aún más la situación. Las directrices de reubicación hacia el sur han sido criticadas por organismos internacionales, incluida la ONU, que las ve como arriesgadas y prácticamente inviables en la realidad actual.
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