En un sorprendente giro diplomático, Israel ha cesado sus relaciones con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ha restringido el acceso a su territorio a los representantes del organismo internacional. Esta medida se produce en respuesta a comentarios recientes de Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, que han sido interpretados por las autoridades israelíes como una inclinación hacia Hamás.
Gilad Erdan, representante de Israel ante la ONU, afirmó que se ha negado el visado al Subsecretario General de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, en señal de protesta. Las tensiones se intensificaron tras las palabras de Guterres en una reunión del Consejo de Seguridad, en la que aludió a la prolongada ocupación de territorios palestinos por parte de Israel como un factor en los recientes ataques de Hamás. El Gobierno israelí ha interpretado estas palabras como una justificación de los actos terroristas y ha pedido la renuncia de Guterres.
Julio Guinea, académico de la Universidad Internacional de Valencia y especialista en Diplomacia y Derecho Humanitario, argumentó que la ONU está cumpliendo con su mandato y subrayó la necesidad de que la organización señale violaciones del derecho internacional, independientemente de las sensibilidades políticas.
Israel, por su parte, ha acusado a la ONU de proporcionar información parcializada y respaldar narrativas promovidas por las autoridades palestinas en Gaza. En un ejemplo reciente, la ONU atribuyó rápidamente a Israel la responsabilidad de un bombardeo en el hospital Al Ahli, a pesar de que evidencias posteriores indicaron que Hamás fue el responsable.
La relación histórica entre Israel y la ONU ha sido complicada, especialmente con respecto a la designación de Israel como "potencia ocupante" y la consideración de Gaza y Cisjordania como territorios ocupados desde 1967. A pesar de las múltiples resoluciones de la ONU que instan a Israel a ceder estos territorios, no se han producido cambios significativos.
El Profesor Guinea destacó que, más allá de las condenas a los ataques de Hamás, Guterres intenta arrojar luz sobre las violaciones reiteradas de las resoluciones de la ONU por parte de Israel.
Antonio Guterres ha tenido desacuerdos previos con Israel. Su postura sobre Jerusalén como "capital de Israel y Palestina", junto con la aprobación de investigaciones sobre posibles violaciones de derechos humanos por parte de Israel, han mantenido la relación entre ambas partes en un punto de tensión constante.
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