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  • Foto del escritor Redacción ©CubaHerald

El Tesoro Oculto de la Dulcería Cubana: El Vizconde Dulce


Foto: Oscar E Aguero / Grupo de facebook Nostalgia Cuba

En las calles empedradas y coloridas de Cuba, entre el aroma del tabaco fresco y los acordes del son, se esconde un tesoro culinario que, a pesar de no ser mundialmente famoso, ha conquistado los paladares de aquellos afortunados que lo han probado: el Vizconde dulce.

Aunque el ron, los puros y el café suelen acaparar la atención cuando se habla de las delicias cubanas, el Vizconde dulce ha sido durante décadas un pilar de la tradición repostera de la isla. Su sabor, una mezcla perfecta entre dulzura y textura, lo convierte en una joya que muchos cubanos recuerdan con cariño y nostalgia.

Uno de los lugares emblemáticos donde este dulce ha dejado huella es la dulcería Perez Sosa, popularmente conocida por los nombres de "la Gaceñiga" y "el Pan de Caracas". Para muchos habitantes y visitantes de la zona, entrar en Perez Sosa es como dar un paso atrás en el tiempo, donde las tradiciones se mantienen vivas y cada dulce cuenta una historia.

La dulcería, con su fachada pintoresca y su ambiente acogedor, ha sido testigo de generaciones que han crecido saboreando el Vizconde junto con otras delicias tradicionales. Aunque el mundo cambia y las tendencias gastronómicas evolucionan, lugares como la Gaceñiga mantienen viva la esencia de una Cuba auténtica y dulce.

Es cierto que el Vizconde dulce podría no tener la fama internacional de otros postres cubanos, pero su sabor y la historia que lleva consigo lo posicionan como una verdadera joya de la tradición culinaria de la isla. Para aquellos que visitan Cuba o buscan revivir recuerdos de su infancia, hacer una parada en la dulcería Perez Sosa y degustar un Vizconde es más que una experiencia gastronómica, es un viaje al corazón de la cultura cubana.

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