La reciente escalada de tensiones entre Israel y el grupo armado palestino ha comenzado a tener efectos indirectos en distintas regiones del mundo, y Cuba no es la excepción. Las hostilidades en el Medio Oriente están generando una creciente inestabilidad que ya se refleja en el aumento de precios de las materias primas en el mercado internacional, particularmente del petróleo.
Dicha inestabilidad llega en un momento crítico para Cuba, que actualmente atraviesa una crisis económica sin precedentes y cuya dependencia del petróleo es considerable. El alza en los costos del crudo a nivel mundial acentuará las dificultades económicas de la isla, dificultando aún más la importación de este recurso vital.
Adicionalmente, el panorama político global está sufriendo modificaciones debido a los conflictos en el Medio Oriente, lo cual podría repercutir en las relaciones de Cuba con sus socios comerciales y políticos tradicionales. Estos cambios geopolíticos, sumados a la ya mencionada crisis del petróleo, amenazan con agudizar la falta de liquidez del país caribeño, complicando aún más su situación económica interna.
Expertos económicos alertan que, de no encontrar soluciones prontas y efectivas, Cuba podría enfrentar consecuencias económicas aún más graves en el corto y mediano plazo.
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