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Foto del escritor Redacción ©CubaHerald

La Era del Cinerama: Los Días Gloriosos del Cine Radiocentro


Tomado del Facebook "Nostalgia Cuba" de Carmen Álvarez.

Tomado del Facebook "Nostalgia Cuba" de Carmen Álvarez.

En la época dorada del cine, el Cine Radiocentro en Cuba marcó un antes y un después en la industria cinematográfica local al instalarse el revolucionario sistema Cinerama. Este innovador formato requería una adaptación intensiva de las salas, que incluyó la reducción de lunetas a 1,632 y la instalación de tres cabinas de proyección, donde las imágenes simultáneas y fragmentadas convergían en una pantalla creando una ilusión de profundidad.

Inauguración del Cinerama:

Corría el año 1958 cuando el Radiocentro reabrió sus puertas con la película “Esto es Cinerama”, colocando a Cuba como el tercer país en América Latina en poseer tal tecnología. Esta película era especialmente impactante por sus escenas de vértigo, como una montada en la montaña rusa más alta del mundo, que hacía gritar incluso a los más escépticos.

Auge y Esplendor:

Con la llegada del Cinerama, varias películas se proyectaron bajo este formato, como “Cinerama Holiday”, “Las 7 maravillas del mundo”, y "Aventuras en los mares del Sur". En 1959, y ya bajo el nombre de Yara, se estrenó “La vuelta al mundo en 80 días”, acompañada de una gran campaña publicitaria que incluía afiches en las guaguas, marcando un hito en la cinematografía cubana. Las proyecciones en este formato continuaron hasta noviembre de 1960.

Declive de la Tecnología Cinerama:

Para 1962, cuando el costo promedio de una película no superaba los 3 millones de dólares, se realizó la superproducción "How the West Was Won" con un presupuesto de casi 15 millones de dólares, siendo esta la última película creada con la tecnología Cinerama.

Reflexión Final:

El Cinerama en el Cine Radiocentro fue un fenómeno que marcó a toda una generación de cinéfilos cubanos, ofreciendo una experiencia inmersiva única para su época. Aunque este sistema ya no se utiliza, los recuerdos de aquellas proyecciones pioneras siguen vivos en la memoria colectiva, siendo un testamento del espíritu innovador y del amor por el séptimo arte presentes en la cultura cubana. La influencia de esta tecnología y de las obras maestras proyectadas en Cinerama son un legado invaluable para el cine y para la rica historia cultural de Cuba.

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