San Jose, CR 13 de Septiembre de 2023 — Entre las memorias que pululan en el cajón de nuestras nostalgias, muchas personas en Costa Rica guardan un sitio especial para "La Tremenda Corte". La influencia de este programa radial cubano, en particular el humor único de José Candelario Tres Patines, personaje interpretado por el inolvidable don Leopoldo Augusto Fernández Salgado, trasciende fronteras y generaciones.
Un Encuentro Radial entre Padres e Hijos
Para quienes crecieron en Costa Rica, como el autor de estas líneas, el ritual de escuchar "La Tremenda Corte" tiene un sabor especial. La radio, un medio que en otra época concentraba la atención de familias enteras, nos ofrecía momentos únicos. A las 5 A.M., en Radio Columbia, era la hora de sintonizar "los tremendos casos" presentados por un elenco inolvidable: el Tremendo Juez, el Secretario, Nananina, Rudecindo, y por supuesto, Tres Patines.
Don Leopoldo Augusto Fernández Salgado: Un Humorista Universal
El humorista cubano Leopoldo Augusto Fernández Salgado nacido el 26 de diciembre de 1904 en Jagüey Grande, Cuba, y fallecido el 11 de noviembre de 1985 en Miami, dejó una huella imborrable con su personaje Tres Patines. Su capacidad para aunar comedia y aguda observación social hizo que los casos de "La Tremenda Corte" fueran algo más que simples sketchs humorísticos; eran microcosmos de la sociedad, con sus defectos y virtudes expuestos al escrutinio público.
La Poesía en el Humor: Un Momento Inolvidable
Entre los muchos episodios memorables del programa, hay uno que destaca por una peculiar fusión de risa y poesía. En el episodio titulado "Bigamicidio", Tres Patines recita un poema que dejaría huella en muchos oyentes. Más tarde se reveló que el poema era "Ojos Astrales" del poeta puertorriqueño José P. H. Hernández. La belleza y profundidad de los versos mostraban que el humor no está reñido con la literatura de calidad, y que, como dice el dicho, "un verso recitado a tiempo, hace más estragos que una bomba atómica".
El Legado de "La Tremenda Corte"
Decenios después, las hazañas de Tres Patines y su cohorte continúan resonando, especialmente en momentos donde la risa es más necesaria que nunca. Este programa ha dejado una huella imborrable no solo en Cuba, sino en todos los rincones de Hispanoamérica donde se escuchó y se sigue escuchando. Una especie de "jirafas muertas en la pradera de la vida", parafraseando a Tres Patines, que a pesar de su aparente inmovilidad, se erigen como monumentos a un tiempo pasado, pero aún muy presente en nuestra memoria colectiva.
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