La Habana, 14 de Septiembre de 2023 — El 24 de octubre de 1950 marcó un hito en la historia de la comunicación en Cuba. Gaspar Pumarejo, un pionero de la televisión en la isla, inauguró este novedoso medio, y fue Margarita Balboa quien tuvo el honor de ser la primera imagen y voz femenina en aparecer en las pantallas de los televisores. Esta destacada actriz de radio y televisión rompió barreras y dejó una huella indeleble en la historia cultural cubana.
La Pionera de la Televisión Cubana
Margarita Balboa, una de las actrices más talentosas en el mundo de la radio y la televisión cubana, relató con humor cómo se convirtió en la primera mujer en aparecer en las pantallas de televisión en Cuba. El 17 de octubre de 1950, se convocó a todos los presentes en Unión Radio para preparar los programas de prueba que se emitirían a través de los televisores situados en las vidrieras de La Habana. Margarita fue la primera en llegar y, para su sorpresa, solo había locutores hombres.
Una Elección Audaz: Cantar en Lugar de Recitar
Mientras otros optaban por recitar textos o discursos, Balboa decidió cantar. Consultó su idea con Gaspar Pumarejo, quien le dio el visto bueno. Así, interpretó el bolero "Noche", del compositor mexicano Gabriel Ruíz, y con ello, no solo ofreció entretenimiento, sino que también estableció un precedente para las mujeres en la industria televisiva cubana.
Un Legado Imborrable
El acto de Balboa no solo fue un hito en términos de igualdad de género en los medios, sino también una demostración de la diversidad y riqueza de la cultura cubana, incorporando el arte de la música en los albores de la televisión. A través de su participación, Margarita Balboa dio un paso audaz que abriría puertas para futuras generaciones de mujeres en el ámbito de los medios de comunicación en Cuba.
Un Bolero para la Historia
La canción que Balboa eligió, "Noche", se ha convertido en una suerte de himno para recordar ese momento histórico. Aunque la canción es de origen mexicano, en la voz de Margarita se convirtió en un símbolo de la capacidad de la mujer cubana para destacar en escenarios tradicionalmente dominados por hombres.
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