A partir del 1 de octubre, Florida ha revisado sus regulaciones sobre la tenencia de mascotas, levantando una prohibición que había limitado a los residentes del condado de Miami-Dade a tener perros de la raza Pitbull por casi treinta años.
La reciente normativa, respaldada por el gobernador Ron DeSantis, se conoce como "Normativa sobre la Restricción y Autorización de Razas Caninas". Esta decisión ha tenido sus bases en propuestas legislativas presentadas tanto en el Senado como en la Cámara estatal.
El origen de la prohibición en Miami-Dade se remonta a 1989, tras un desafortunado incidente en el que una niña fue gravemente lesionada por un Pitbull, lo que llevó a la pequeña a someterse a varios procedimientos quirúrgicos.
Sin embargo, la nueva reglamentación aclara que comunidades y urbanizaciones aún pueden imponer sus propias restricciones respecto a razas específicas de perros, permitiendo así una supervisión más detallada a nivel comunitario.
Esta modificación legislativa ha generado opiniones divididas en las redes sociales. Mientras algunos activistas de los derechos de los animales aplauden la decisión, argumentando que los Pitbulls, como otros perros, reflejan la educación y cuidado que reciben, hay organizaciones que subrayan la necesidad de mantener restricciones específicas para la raza.
Se subraya la responsabilidad de los propietarios de perros en Florida: si su mascota llegase a lesionar a alguien, el dueño es responsable, salvo en circunstancias específicas, como que la persona lesionada estuviera en la propiedad del propietario del perro de manera ilícita.
Es esencial señalar que los Pitbulls, al igual que otros perros, actúan de acuerdo con su crianza y entorno. Si bien tienen una constitución física potente y suelen tener una fuerte mordida, un Pitbull criado en un ambiente cariñoso y con la debida disciplina es tan seguro como cualquier otro canino.
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