En una impresionante operación policial en Zhangjiagang, provincia de Jiangsu, más de 1.000 gatos han sido liberados de un destino funesto. Estos animales, encontrados en un camión que se dirigía a un matadero, iban a ser sacrificados y vendidos fraudulentamente como carne de otros animales.
Este descubrimiento se logró gracias a la intervención de activistas defensores de los animales. Estos dedicados individuos, después de observar cajas de madera que contenían gatos cerca de un cementerio, vigilaron el área por seis días. Al percatarse de que los animales serían enviados al matadero, informaron inmediatamente a las autoridades.
Según informaciones del periódico local The Paper, esta intervención ha cerrado un comercio ilegal que ponía en peligro la seguridad alimentaria del país. Durante la investigación, se descubrió que este negocio había acumulado ganancias de más de 20.000 dólares vendiendo los animales para ser consumidos en el sur como si fueran carne de cerdo o cordero. Hasta el momento, no se ha esclarecido si estos gatos eran mascotas sustraídas o simplemente gatos que vivían en las calles.
El reporte de este incidente ha generado una amplia respuesta por parte del público, con críticas y preocupaciones sobre el bienestar animal en China. A pesar de que el país tiene leyes que protegen a los animales de granja y a especies en peligro de extinción, aún no cuenta con regulaciones específicas para abordar el maltrato hacia mascotas o animales callejeros.
Por años, los activistas han luchado contra el uso de animales, incluso de especies amenazadas, en la medicina tradicional. Además, ha surgido una oposición creciente al festival anual donde se consume carne de perro en Yulin, ubicado en la región autónoma de Guangxi.
Esta noticia subraya la necesidad de continuar el debate y las acciones para garantizar la protección de todos los animales en China y en todo el mundo.
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